Una de las preguntas que se hacen frecuentemente todos los emprendedores es ¿Cuál es el mejor sistema para fijar los precios de mi producto? Hay muchos sistemas pero se suele trabajar con tres.
El primero de ellos es el método del los costes, lo que hace el emprendedor es calcular todos los costes que ha tenido para adquirir su producto, luego le aplica un margen suficiente amplio que cubra sus expectativas, este es sencillo pero tiene sus problemas.
El problema más importante que no en cuenta las características de tus clientes, no tiene en cuenta la situación del mercado o de la competencia y te puede colocar en una situación un poco peligrosa, puedes fijar un precio que no va con la realidad y no va a invitar a tu mercado a consumir tu producto.
El segundo método para fijar precio es la fórmula de la competencia, ¿Cómo funciona la fórmula de la competencia?. Funciona fijando los productos en función a los precios que lo fijan la competencia, si lo pones muy por encima estas reduciendo las oportunidades de venta de ese producto y si lo pones de por bajo puedes empezar una guerra de precios que no va a beneficiar absolutamente a nadie.
Este sistema puede ser valido pero tiene una limitación desde un punto de vista y es que al final el nivel de precios va a estar siempre controlado por el nivel de precios que fija la competencia, es restrictivo en ese sentido.
Una tercera fórmula para fijar tus precios que desde mi punto de vista es la más importante, es la fórmula que deberías utilizar, es un poco más compleja pero puede sacer un mejor partido a tus productos.
Esta fórmula consiste en fijar el precio en función del valor percibido por tus clientes. ¿Qué significa esto? Ya no fijas el precio en función del coste, ni de la competencia sino lo fijas en función del valor que entregas a tus clientes con tu producto o servicio.
Si eres capaz de evaluar ese valor y de traducirlo en dinero y en precio entonces hazlo de esta forma aplicando este sistema que te permitirá maximizar los ingresos en tu compañía.