ALEACIONES DEL ORO

invertir en oroAdemás de tener la posibilidad de deleitarnos mediante el oro única y exclusivamente con su propio encanto, existe la posibilidad de formar aleaciones con otros metales o no metales para así, alterar sus características con el fin de mejorarlas con el resultado que se obtiene. Como explicábamos en un artículo anterior, las aleaciones serán mezclas homogéneas y metálicas de dos o más elementos, de los cuales uno por lo menos será metálico.

Normalmente, para que se de esa mezcla, hay que fundir los elementos a temperaturas extremadamente altas, para que así la mezcla de ambos componentes sea perfecta. En el caso del oro, existen muchas variantes de aleaciones que pueden otorgarle características interesantes y tonalidades increíbles que aumenten la atracción hacia ella.

Una de las aleaciones más atractivas y conocidas que se hacen con este metal precioso tiene el nombre de oro blanco o electro (proveniente del griego). Esta aleación se forma mezclando el oro con algún otro metal blanco, que puede ser plata, paladios o el propio níquel, que muchas veces está recubierta de rodio de alto brillo, dando un matiz espléndido que es de agradecer, ya que muchas veces la mezcla resultante suele tener un brillo más o menos apagado.

El oro blanco es muy popular en la sociedad, siendo un bocado muy suculento muy utilizado en la joyería como alternativa más que atractiva al platino. El precio de esta aleación puede ser de un tercio de lo que constaría el platino, lo que lo hace más interesante si cabe. Una de las mezclas que era y es más utilizada hoy en día contiene nada más ni nada menos que de dos a cuatro partes de oro y una parte de plata. El oro en estado puro tiene unos 24 quilates, pero es demasiado dúctil y nos es apropiado para utilizarlo en la joyería.

Por eso, es más utilizado el de 18 quilates, también conocido como “oro de primera ley”, y que también es una aleación más que contiene un 75% de oro puro y un 25% de otro metal, que lo convierte en objeto perfecto para hacer con ellas las joyas más bonitas posibles. Además, hay que decir que unas de las aleaciones más costosas que se obtienes que el oro, peor que a su vez forman un resultado final lo más noble posible, se obtiene con el paladio, que lo aclara y le da un todo blancuzco. Así, se le da el nombre de oro blanco porque al fin y al cabo es un oro que obtiene un color más blanco del que tenía al mezclarnos con paladio, plata u otro metal de color blanco.

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A pesar de que en el párrafo anterior hemos comentado las aleaciones más famosas que se obtienes con el oro, el asunto no queda ahí, ya que a este metal precioso le podemos añadir un sin fin de elementos que lo cambiarán de una manera más o menos pronunciada: aluminio, cadmio, cobre…Por ejemplo, este último le da una tonalidad verde al oro de 18 quilates, mezclando 250 partes de cobre y 750 partes de oro fino. Al fin y al cabo, cada aleación que se forma tiene un objetivo concreto, que puede ir desde cambiar la tonalidad de color del oro hasta afectar a su pureza o también a su brillantez, luego se combinarán varios elementos en función del resultado que se quiera obtener.

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